En
la sesión de Enseñanza Básica desarrollada el pasado 3 de Diciembre, dónde
tratamos el tema de Estereotipos y Calidad de vida en los Mayores, la profesora
nos encomendó la realización de una actividad que a continuación figura:
1.
Elegir
dos estereotipos y elaborar argumentos para refutar uno de ellos, y para
afirmar otro.
En
grupo, elegimos los siguientes estereotipos:
![](http://4.bp.blogspot.com/-8tWbGOH-niU/Us2WkOBykvI/AAAAAAAAAQI/dvy1os250PU/s1600/NCIno.jpg)
Por
otra parte, pensamos que el hecho de tener mayor o menor lentitud en sus
procesos depende en cierto modo de la movilidad física que la persona posea,
así cómo de las enfermedades y del estado de salud mental en el que una persona
se encuentre. Por ello, aunque es más probable que una persona mayor tenga más
dificultades para actividades que requieran un gran esfuerzo físico, tenemos
que tener en cuenta que ésta afirmación debe ajustarse más a características
personales.
Lo
mismo ocurre con el grado de creatividad que tenga una persona, ya que la
persona que desarrolle un alto grado de creatividad en la infancia,
probablemente será también creativa en la vejez, siendo ésta una característica
no alterable con el tiempo.
-
Los
mayores pueden llegar a ser más irritables, y en ocasiones, difíciles de
tratar: Es éste el estereotipo que elegimos afirmar. En un
primer momento, y pensando en algunos de los mayores que encontramos en un
entorno próximo, pensamos que esta afirmación era cierta. Sin embargo, en el
debate grupal nos dimos cuenta de que una vez más no podíamos englobar a todo
un colectivo bajo unas mismas características, sino que por el contrario,
debíamos tener en cuenta que dentro de un mismo colectivo existe una gran
diversidad tanto de características personales, cómo vivencias, etc, que en
gran grado determinan nuestra personalidad.
En
definitiva, el hecho de que una persona sea agradable, irritable, simpática,
egocéntrica, egoísta, etc, no depende de su edad, sino de otras características
que configuran nuestra personalidad.
A
modo de conclusión, he de indicar, que la presente actividad me ha ayudado a
darme cuenta de que por lo general estamos acostumbrados a interiorizar
inconscientemente una serie de estereotipos, apareciendo fenómenos como el
edadismo. Sin embargo, y desde una perspectiva de la Educación Social, es fundamental
que a la hora de intervenir seamos conscientes de dichos estereotipos, que pueden
configurar nuestra visión de la realidad.
Por
tanto, para evitar caer en éstos estereotipos, “es fundamental un mayor
conocimiento de nuestros mayores a través de programas o estudios de formación,
que aminoren y propicien una visión más realista de éstos”.
Anotación:
He trabajado la presente actividad en clase junto a Vanesa Pizarro y Laura
Pulido.
Referencias:
Bloque 3A de la asignatura.
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