A
modo introductorio, y con el fin de clarificar el concepto de educación
permanente, me detendré a dar una definición de Educación Permanente, a partir
de la lectura de la definición aportada en la XIX Conferencia General de la
Unesco en Nairobi (1976). Así, podemos decir que la educación permanente, es un
proyecto global encaminado a reestructurar el sistema educativo existente, y a
desarrollar otras posibilidades de formación fuera del sistema educativo,
haciendo al hombre protagonista de su propia educación; abarcando todas las
dimensiones de la vida, las ramas del saber y los conocimientos, y considerando
los procesos educativos como un todo. En definitiva, puede concebirse como “el
sistema de los sistemas educativos ligado al desarrollo personal y social”.
Con
el fin de profundizar y conseguir afianzar lo que es realmente la educación
permanente, os invito a ver un vídeo dónde se explica detalladamente qué es la educación permanente, y por qué es necesario un aprendizaje a lo largo de toda
la vida.
Una vez visualizado el fragmento y a partir del mismo, me detendré
a realizar una reflexión dónde se englobe tanto los contenidos tratados en el mismo, cómo mi opinión personal acerca de la necesidad de defender un
aprendizaje que no sólo se limite a la etapa escolar:
Si
nos paramos a pensar por un momento en la sociedad en la que nos encontramos,
nos daremos cuenta de que nos encontramos en una sociedad que ha sufrido una
evolución vertiginosa, en la que los conocimientos adquiridos en la escuela
están resultando insuficientes, y en la que existe la necesidad de innovar. Así,
aunque la necesidad de aprender siempre ha existido, ahora, la alta
competitividad en el mercado laboral propiciado por la globalización y la
evolución tecnológica y social, está propiciando que salgamos de aquellos años
en los que no era necesario aprender más que un oficio para desenvolverse con
eficacia en la sociedad, para situarnos en una época en la que todos estamos
obligados a seguir formándonos y a continuar aprendiendo día a día para no caer
en la obsolescencia cultural.
En
consecuencia, para dar respuesta a las nuevas necesidades que presenta la
sociedad, tenemos también que cambiar el modo de entender la educación, y
concebir la misma como un movimiento que necesita dinamismo y cuya dirección
permita un sentido vital, o como un proceso inacabable que de manera permita
nuestro crecimiento, confluyendo nuestra historia personal, nuestras relaciones
y nuestra historia con los demás, y ayudando a explicitar nuestra manera de
ser, de pensar, de actuar, de decidir y de convivir. Sin embargo, esto no
quiere decir que tengamos que estar formándonos continuamente, puesto que la
idea de educación permanente no sólo engloba el ámbito de aprendizaje formal,
sino que va más allá del mismo (ya que el tiempo que pasamos en la escuela es
muy limitado en comparación con el tiempo en que estamos en contacto con otros
espacios de convivencia), englobando además el ámbito de aprendizaje no formal,
y el informal. Es decir, se trata de unir en este caso lo escolarizante
(referido al sentido de lo académico, de la formación, del conocimiento, etc), con
lo educativo (referido al sentido del crecimiento personal, a las relaciones
con nosotros mismos y con los demás, y al desarrollo de nuestras
potencialidades).
Para
conseguir el desarrollo de una educación integral o permanente, será necesario
pasar de un sistema educativo que tiene un carácter de exclusión (debido a que
el número de alumnos va disminuyendo progresivamente desde la educación
primaria a la educación superior) y que permite homogeneizar al ser humano
(intenta que todos nos formemos según un patrón de manera de ser, de hacer o de
actuar) , a un sistema educativo flexible basado en la inclusión, dónde se
atienda a las individualidades, y dónde no exista una igualdad de
circunstancias en la formación, ni un mismo currículum, horario, libros,
tareas, etc.
Por
tanto, los nuevos cambios nos hacen pensar que habrá que pasar de un ambiente
regulado a un ambiente de incertidumbre y relatividad, que apuesta por la
creatividad y el aprendizaje resultante de las relaciones entre los individuos.
Es decir, es necesario pasar de un currículum tradicional (con las mismas
disciplinas, horarios y enfoques), a un currículum integral (diversificado,
holista, que permita ver las materias de manera integrada, dónde se faciliten
los procesos de aprendizaje del alumnado haciéndoles protagonistas de los
mismos, etc).
Webgrafía:
ü Vídeo
sobre la educación permanente. Rescatado el 5 de octubre de 2013 de: http://www.youtube.com/watch?v=r1AGvXIiZp4
ü Guerrero,C.
(2003). Principales aportaciones de las conferencias internacionales de
educación de adultos de la UNESCO al campo de la formación ocupacional.
Rescatado el 5 de octubre de 2013 de: http://revistas.um.es/index.php/educatio/article/viewFile/139/123
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