En clases pasadas, debatíamos acerca de la
persistencia de roles de género que desempeñan hombres y mujeres en el ámbito
educativo, que desembocaba en desigualdades de acceso y de ocupación de puestos
laborales; en diferencias de salarios, etc.
En torno a esto, comentábamos que es el hombre el
que suele ocupar puestos laborales de mayor poder y responsabilidad, debido a
que remontándonos a tiempos no muy lejanos, la mujer solía estar relegada al
ámbito doméstico, impidiéndosele el acceso a la educación, y en el mejor de los
casos, cuando se le permitía acceder al ámbito educativo, no permitiéndosele
ejercer su profesión por el mero hecho de ser una mujer.
Sin embargo, algunos datos demuestran que, aunque
todos pensamos que la sociedad está evolucionando, y que cada vez son menos las
desigualdades existentes entre ambos sexos, nos encontramos con datos que
desmienten esta creencia, haciéndonos ver que aún queda mucho por avanzar.
Así, aprovechando una actividad realizada para otra
asignatura, y tras estudiar la información recogida en la base de datos del
Instituto de la Mujer, denominada “Mujeres en Cifras” (dónde se ofrecen un
conjunto de indicadores que reflejan la situación de la mujer en los distintos
ámbitos de la sociedad); me detendré a argumentar lo anteriormente expresado.
Aula de Trabajo Social |
En las tablas que reflejan información sobre el
alumnado universitario y no universitario (especialmente aquellas referidas a
educación infantil, educación secundaria obligatoria y alumnado que terminó
estudios universitarios), podemos observar que, la mayoría de los niños y niñas
que se encuentran en edad escolar, son matriculados en escuelas públicas.
Además, podemos observar que aunque el porcentaje de mujeres matriculadas en
niveles obligatorios es ligeramente inferior al porcentaje de hombres
matriculados en el mismo período (un 48,64% frente al 51,36% en educación
infantil; y un 48,71% frente a un 51,29%
en educación secundaria respectivamente), el porcentaje se invierte en
la educación postobligatoria (un 57,95% de mujeres frente a un 42,05% de
hombres). Además, cabe destacar, que frecuentemente aprueban más mujeres que
hombres.
Sin embargo, por ser relevante, es necesario
destacar que el porcentaje de alumnos matriculados con respecto al sexo varía
dependiendo de los estudios universitarios a los que se haga referencia. Así,
aunque, existe una mayor proporción de mujeres que terminaron los estudios de
máster (un 56,61% frente a un 43,39% de hombres), hay un mayor nº de hombres
que han terminado estudios de grado (un 56,24% frente a un 43,76% de mujeres),
e igualmente pasa con los estudios de arquitectura técnica e Ingeniería, dónde
el porcentaje de hombres es notablemente mayor al porcentaje de mujeres (un
73,13% frente a un 26,87% respectivamente).
Aula de ingeniería |
A modo de reflexión, intentaré explicar a
continuación por qué a mi juicio se obtienen los datos anteriormente señalados.
El hecho de que por lo
general aprueben más mujeres que hombres en todos los niveles, puede deberse a
que tradicionalmente, en la socialización de género se le atribuye al género
femenino la adquisición de características como la sumisión o la constancia (valores
que concuerdan con los exigentes en el sistema educativo imperante). Sin
embargo también puede deberse a que “los salarios más altos que los hombres de
todos los niveles educativos siguen ganando en el mercado laboral reducen las
inscripciones”, o a que “los hombres están menos dispuestos a reducir su carga
laboral (y sus ingreso) para buscar una educación superior” (Univisión, 2010).
Sin embargo, la situación
parece estar cambiando, ya que actualmente hay más número de hombres que de
mujeres que finalizan sus estudios de grado, debido desde nuestro punto de
vista a la situación actual de crisis.
También se producen
excepciones si hablamos de estudios de arquitectura o ingeniería (donde el
porcentaje de hombres que finalizan sus estudios es mayor al porcentaje de
mujeres), debido a nuestro juicio a la creencia generalizada en la sociedad de
que los hombres son mejores en ciencias que las mujeres, y que los trabajos de
ciencias generalmente son trabajos “masculinizados”.
Todo lo anterior, puede verse reflejado en los
procesos de socialización y construcción de la identidad de hombres y mujeres.
Esto es así, porque mientras tradicionalmente era el hombre el que podía
formarse y acceder al sistema educativo, afortunadamente ahora las mujeres
están teniendo acceso al mismo, por lo que en este caso, hombres y mujeres
están empezando a socializarse de una misma forma en este sentido.
Sin embargo, hay roles de género que se están
perpetuando a lo largo del tiempo. Los hombres siguen accediendo a carreras más
relacionadas con las ciencias y los puestos de alta responsabilidad, ya que
tradicionalmente se han dicho que los hombres estaban más capacitados para las
ciencias, mientras que las mujeres estaban más capacitadas para trabajos más
sociales. Esto hace que sea mínimo el porcentaje de mujeres que opten por
salirse de la norma de lo que como persona del género femenino “debería ser”,
para entrar en un mundo “masculinizado”, y en el caso de que así lo hagan,
pueden tener difícil el acceso a un puesto laboral relacionado con dicha
profesión, puesto que desgraciadamente todos hemos sido socializado para entrar
“en un mundo de hombres” o en “un mundo de mujeres”.
Como futura educadora y trabajadora social, en este
caso, pienso que es muy importante que se siga potenciando el acceso a la
educación como medio para alcanzar la igualdad de oportunidades. Además, pienso
que aquí cabría seguir llevando a cabo acciones de discriminación positiva
(generalizar las becas, aumentando los recursos de apoyo al alumnado con algún
tipo de discapacidad, etc), a fin de permitir el acceso a la educación a
aquellas personas que cuentan con circunstancias socioeconómicas y personales
desfavorecidas.
Por otro lado, pienso que también se debería
potenciar la igualdad con respecto al acceso de hombres y mujeres a carreras de
todos los ámbitos (tanto de ciencias como de letras), intentando romper con los
estereotipos de que el hombre es mejor en ciencias y la mujer mejor en el
desarrollo de otras destrezas.
Referencias:
Base de datos del Instituto Andaluz de la Mujer. Consultado el 27 de octubre a
través de:
http://www.inmujer.gob.es/estadisticas/consulta.do?area=3
Univisión (2010). Mujeres estudian más que los hombres. Recuperado el 12 de octubre a través de : http://noticias.universida.edu.pe/en-portada/noticia/2010/01/27/705666/mujeres-estudian-mas-hombres.html
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