El pasado 30 de octubre, en la clase de Enseñanzas Básicas de la
asignatura de Educación de personas adultas y mayores, contamos con la grata
visita de Reyes Moreno. Esta joven, quién vino a contarnos su historia de vida
y más concretamente, su trayectoria formativa por los distintos niveles de la
educación (formal, informal y no formal) es un claro ejemplo de lo que vengo
comentando en la mayoría de entradas del presente blog: “Nunca es tarde para
aprender, ya que necesitamos apostar por el aprendizaje permanente para poder
desenvolvernos en la sociedad en la que nos encontramos”.
Distinguiendo
el proceso a modo de etapas, Reyes nos contaba que tras haber terminado octavo
curso, ella quería optar por la rama de Formación Profesional, pero que
influida por su entorno, más que dejándose llevar por su propia decisión, se
matriculó en BUP, finalizándolo con un buen expediente académico, y superando
la selectividad sin mayores problemas.
Más
tarde, decidió matricularse en la universidad y cursar Filología Inglesa. Sin
embargo, tras ver que realmente era algo que no le satisfacía, decidió
apartarse de la enseñanza superior para incorporarse al mundo laboral,
comenzando a trabajar como teleoperadora y también como azafata en el
aeropuerto (siendo éste su último trabajo).
Pero,
no quedaría aquí su proceso formativo; ya que, su inquietud por formarse y por
aprender cosas nuevas, unida al impulso y apoyo recibido por su pareja de aquel
entonces, le llevó casi 10 años más tarde, a compaginar trabajo y estudios,
matriculándose en un curso de lengua de signos. Y hay que reseñar aquí que no
fueron pocas las dificultades con las que se topó en el camino, ya que no era
fácil compaginar horarios, cambiar turnos en el trabajo, o tener que estudiar
en ocasiones desde casa.
Actualmente,
Reyes se encuentra cursando el grado de intérprete de lengua de signos, lleva
dos años de baja laboral, y persigue un nuevo sueño, trabajar de intérprete.
Para
finalizar, y a modo de cierre, la invitada nos mostró una canción interpretada
en lenguaje de signos, que a continuación aportaré:
Sin
duda, en Reyes encontramos un claro ejemplo de superación y de
continuo progreso.
¡Cuántas
vueltas da la vida!
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